¿Qué pasa (siempre) en Israel?

Hablar de la historia del Estado de Israel es complejo debido a las implicaciones ideológicas y religiosas que subyacen, aún así intentaré, en la medida de mis limitaciones, responder brevemente ¿qué pasa (siempre) en Israel?

Nakba: La declaración de Independencia del Estado de Israel y el éxodo palestino

El 14 de mayo de 1948 se declara Israel como estado independiente. Podría parecer otra colonia independizándose de su metrópoli, como ocurrió con muchos países durante el mismo periodo, pero el caso de Israel es completamente distinto ya que se creó "artificialmente" basándose en las exigencias de un pueblo que durante milenios no vivió allí.

Políticamente hablando, el estado de Israel nunca existió. Aunque sí que es cierto que hubo breves periodos de independencia, todo derecho deriva de una promesa de Yahveh a su pueblo.

A tu descendencia daré esta tierra, desde el río de Egipto hasta el río grande, el Éufrates. 

Génesis 15:18

Los judíos o israelitas siempre han reclamado dicha tierra aunque no han permanecido mucho allí debido a las numerosas expulsiones, siendo la más significativa la ocurrida durante el Imperio Romano en el 135 d.C. Esta expulsión o diáspora mantuvo a los judíos repartidos por todas las partes del mundo y, aunque hubo varios intentos de volver a Israel, fueron todos ellos fallidos.

Ya en el sXX, Palestina se encontraba bajo protectorado británico. Las luchas árabes para restablecer su control y las continuas presiones para crear un estado de Israel terminaron por que Gran Bretaña cediera el territorio a la ONU que, en 1947, tomó la calle del medio y dividió Palestina en dos: mitad para los árabes, mitad para los judíos.

Como podréis imaginar nadie quedó contento y justo el día de la declaración del Estado de Israel comienza la guerra con sus países vecinos. Balance: Israel ocupa más tierras de las propuestas por la ONU y miles de palestinos se ven obligados a irse de sus casas: Nakba.

Hoy, mayo de 2018, 70 años después, siguen disputándose territorios y, peor que eso, generaciones enteras de palestinos siguen siendo refugiados y viviendo fuera de la que, hace muy poco tiempo, siempre fue su hogar.