Malversación, testaferro, cohecho... ¿sabemos realmente qué significan?

Por desgracia, no hay día que nos levantemos sin alguna noticia sobre corrupción en nuestro país.
Términos como testaferro, sociedad offshore o blanqueo de capitales están presentes en nuestra cotidianidad más de lo que nos gustaría, pero, ¿entendemos realmente qué significan?

Aquí algunas palabras que nunca tuve demasiado claras:


Testaferro: es "la presidenta de paja", esa persona que pone su nombre y su identificación en el puesto visible de una empresa (o de un contrato), pero que en realidad ni pincha ni corta. Es un simple avatar del Dominus (¿a que es nombre de supervillano?) que no quiere que su nombre se asocie con dicha actividad, ya sea para evitar acreedores, por implicaciones legales o por simple discreción. Es importante destacar que la figura de testaferro en sí no es ilegal en España sólo si es usada para fines fraudulentos.

Cohecho: Soborno en fino.

Prevaricación: es un delito propio del funcionariado. Se comete cuando se toman decisiones judiciales o administrativas a sabiendas que no es "lo justo" o lo más adecuado para la ciudadanía.
Por ejemplo, adjudicar una obra pública a una empresa sin que sea la más apta. La prevaricación va normalmente ligada al cohecho por razones obvias (yo te doy cremita, tú me das cremita)

Tráfico de influencias (o tráfico indebido de influencias): Usar tu condición de autoridad o tus relaciones personales para tener un beneficio o beneficiar a tercerxs. Un caso hipotético: tú eres familiar de un rey y presentas proyectos a instituciones públicas. Por lo que sea, sin entrar en concurso de adjudicación, te lo conceden, sin necesidad de instancias, planes o justificantes. Eso es tráfico de influencias.

Malversación de caudales públicos: Imagina que os vais de vacaciones un grupo de 9 amigas. Decidís que Fulanita se encargue de guardar el bote que habéis puesto para toda la semana. Fulanita con ese dinero se compra unas gafas de sol. Se ha lucrado de un dinero que le ha sido confiado para otros fines. Pues eso, pero con dinero público.

El Roto, filósofo que dibuja.

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