Olor a libro nuevo
De las cosas que más me gustaban de septiembre era el hecho de estrenar libros (imagino que a la economía familiar no le haría tanta gracia, pero por aquellas yo no andaba en esas cosas). No es muy original, pero el olor a libro nuevo siempre ha sido de mis favoritos. También el de libro antiguo, ese amarillento de las bibliotecas y es que no todos los libros huelen a lo mismo... pero... ¿por qué?
Olor a libro nuevo
El olor de un libro nuevo está determinado no sólo por el papel y la tinta, también por las sustancias que se usan para que tengan las características que tienen, como la rigidez o blancura. Así nos encontramos ante una mezcla de olores artificiales provenientes de adhesivos, productos petroquímicos y pasta de papel. Estos compuestos son muy volátiles, es decir, que se desvanecen en un tiempo relativamente corto por lo que nos da poco margen de disfrute.
Olor a libro antiguo
Un libro antiguo siempre huele diferente que un libro moderno y eso es debido a la lignina. La
lignina es la sustancia que por norma general encontramos en las paredes de la mayoría de células vegetales. La lignina al oxidarse, además de dar al papel de su característico color amarillento, libera la sustancia responsable del olor muy similar a la vainilla. Antes los libros tenían mayor componente de celulosa natural por lo que el la cantidad de lignina era superior a la que encontramos en los libros de hoy en día por lo que, evidentemente, varía su olor.
Se está intentando de muchas maneras captar el aroma a libro antiguo para hacer perfumes, pero, hasta el momento, no se ha encontrado con el olor exacto. Quizá porque lo importante del olor a libro, además del olor, es el libro.
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